(Declaración de intenciones del Texto del White Paper de LIBRA-Facebook-)
Hace un año ignaguramos esta nueva sección Commenda Digital que, desde BAES (grupo de investigación que dirijo https://baes.iei.ua.es/), nació con la intención de servir de observatorio sobre las adaptaciones de nuestro mercado a los cambios que la tecnología Blockchain le marcaba. Decíamos que casi podría constituir “el tema de nuestro tiempo”, y que el mercado era “el tema de nuestro espacio”. Para celebrar este primer aniversario de la sección, he escogido el viejo axioma latino que significa “atrévete a saber”. También se interpreta como “atrévete a pensar”, y hoy es el lema de muchas universidades. Dado que el conocimiento no entiende de fronteras, profesiones, clases sociales, o escuelas, y se expresa a través de aquellos que de forma libre y respetuosa quieren humildemente difundirlo, invitamos a la comunidad científica a hacerlo. Por ello hoy queremos compartir nuestra contribución al CESE europeo con la propuesta de Gobernanza cooperativa para las plataformas Blockchain.
No obstante, toca primero descifrar el nuevo código con el que se escribe el sistema financiero al dictado de la compleja, rápida y cambiante disrupción e interacción con las BigTech que estamos viviendo en los últimos días, con diferentes propuestas como las criptomonedas de Libra (a la que nos referimos en nuestra anterior entrada en esta misma sección), Gram de Telegram (su red Blockchain TON -Telegram Open Network-), o las propuestas de monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) como la del Banco Popular de China (PBOC) que estará respaldada 1:1 por renminbi y seguirá un sistema estructurado de dos niveles con el banco central, los bancos comerciales y participantes del mercado minorista (https://www.reuters.com/article/us-china-cryptocurrency-cenbank/chinas-sovereign-digital-currency-is-almost-ready-pboc-official-idUSKCN1V20RD).
Sea como fuere, lo bien cierto es que la tecnología por propio concepto y definición de la red Blockchain necesita de una comunidad que la sostenga, de ahí, a grandes rasgos, que las diferentes configuraciones como “comunidad abierta” Blockchain (“cadena de bloques”), o las ”comunidades cerradas” como DLT (distributed ledger technology). Lo señalado tiene su importancia, pues en los próximos años, cuando éstas alcancen su madurez, asistiremos a “mercados abiertos” (descentralizados), o “cerrados” (centralizados), “por ser estas tecnologías la infraestructura del mercado que de forma eficiente y autoejecutable (Smart Contract) podrá automatizar amplias franjas de servicios, incluidos los financieros”. Pero quizá cuando los intercambios descentralizados se generalicen, podríamos asistir a la estructura de un nuevo mercado europeo -verdaderamente peer to peer, muy lejano a la actual y confusa economía colaborativa-, de modo que Blockchain podría contribuir a hacer efectiva la portabilidad de datos, activos y distribución de la riqueza en el Mercado Único Digital, sin que la tecnología sea configurada como una barrera de entrada.
Pues bien, en nuestra ponencia presentada al Public Hearing titulado Blockchain: technology for the social economy 4.0 del día 29 de mayo de 2019 en Bruselas (documentación accesible en el siguiente enlace https://www.eesc.europa.eu/en/news-media/presentations/social-economy-blockchain-and-new-jobs-presentation-0) destacamos como se puede diseñar una plataforma Blockchain abierta e inclusiva, como “una puerta abierta a la cuarta revolución Industrial”. Nuestra investigación básica propuesta, se centró en conseguir una plataforma Blockchain soportada con infraestructura pública que de servicio “a todos”. Esta investigación ha sido aplicada en el diseño tecnológico, y en la Gobernanza de nuestra red BlockchainFUE, recibiendo recientemente el apoyo del Gobierno de la Comunidad valenciana (https://www.gva.es/va/inicio/area_de_prensa/not_detalle_area_prensa?id=819626). Nos encantaría que fuera la primera “BigTech cooperativa de infraestructura pública”, sostenible, inclusiva, y referente en el Mercado Único Digital.
Como se deduce, además de la tecnología es clave una Gobernanza cooperativa que soporte la infraestructura tecnológica, y su mantenimiento “sostenible”, para generar mercados abiertos. De ahí la importancia de retomar los claros “mapas conceptuales” que, desde siempre, ha aportado la doctrina mercantil. Es nuestra misión, distinguir, nuevamente, entre grupos de sociedades por coordinación, consorcios, cártel, cooperativas- y “falsas cooperativas”- a juzgar por la gran confusión reinante. La cuestión no es baladí, se necesita de la doctrina mercantil para que su contribución esclarezca las nuevas coordenadas del mercado y sus ilícitos. Los nuevos conceptos en el Derecho de la competencia, en los que se tendrá que valorar si “las Blockchain” son privadas, públicas o hibridas, las normas de gobierno de la red, los roles de los nodos, los “permisionados”, etc.
Un ejemplo paradigmático de lo señalado podría ser el consorcio español de empresas Alastria, o la proyectada Blockchain que soportará la moneda Libra, a la que nos referimos en nuestro anterior post. El lunes día 2 de septiembre de 2019, un miembro del Comité Ejecutivo del BCE Yves Mersch señaló que el ecosistema de Libra “no solo es complejo, sino que es parecido a un cártel”. Mersch ha criticado que, a diferencia de los bancos centrales, los “conglomerados de entidades corporativas solo rinden cuentas a sus accionistas y miembros” (https://www.elconfidencial.com/mercados/2019-09-02/el-bce-alerta-contra-la-libra-de-facebook-su-ecosistema-es-parecido-a-un-cartel_2205487/).
En definitiva, podemos concluir que estamos ante un nuevo escenario y una “nueva ética del mercado”. Nuestro mercado se encuentra ahora ante el mayor reto jamás conocido en su historia y, no lo olvidemos, nuestra doctrina mercantil también.