El éxito de la salida de la aún reciente crisis económica dependerá en gran medida de que se generen por parte de la Unión Europea y de los poderes públicos y económicos instrumentos jurídicos y económicos que faciliten la financiación de empresas a fin de recuperar el tejido empresarial dañado. Asimismo se hace necesaria la recuperación de la confianza en el sector financiero por parte de los actores sociales y económicos, implementado principios de transparencia y supervisión de entidades financieras y de protección de los inversores y usuarios de servicios bancarios. Todo ello con la finalidad esencial de mejorar, en definitiva, las condiciones de acceso al crédito de empresas y ciudadanos.